martes, 6 de marzo de 2018

2. La invocación de los muertos

2. La invocación de los muertos: En el rezo del Credo católico se practica la invocación a los “santos” o personas que han muerto rogándoles que intercedan o concedan las peticiones de los que le rezan. En pueblos de mayoría católica se les rinde culto con misas, procesiones, peregrinaciones o fiestas patronales con las que se invocan estos fallecidos y su protección.

La Biblia enseña que invocar a los que han fallecido o consultar con los muertos es una práctica espiritista detestable o abominable ante Dios (Deuteronomio 18:10-12; Levíticos 20:27). Nuestra oración sólo debe dirigirse a Dios (Mateo 6:9; Lucas 11:2). Jesús y el Espíritu Santo intercede por nosotros ante el Padre (Rom. 8:26, 8:34; Juan 14:16, 17:9; Hebreos 7:25) no necesitamos otra consulta o protección espiritual.

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